Las Islas flotantes del Lago Titicaca son sin duda uno de los atractivos turísticos más recientes de la ciudad de Puno, aunque la presencia de estas islas en el lago es desde hace mucho tiempo atrás, conservando conocimientos, costumbres y tradiciones ancestrales, siendo un gran tesoro para el patrimonio cultural del País.
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Las islas flotantes en nuestro Lago Titicaca están hechas a base de totora (Schoenoplectus californicus) una planta nativa característica de los lagos y pantanos de Sudamérica, su tallo que es lo que más se utiliza, puede llegar a medir entre 1 mt. y 2.30 mts; el cual es componente principal de las islas flotantes, así como también sirve para edificar techos, paredes y también las embarcaciones y cestas que se fabrican para la pesca.
Las islas están construidas por bloques de totora llamados “khillis” de 1 mt. a 1.30 mt. de espesor, los cuales son atados y apilados uno con otro. De esta manera se logra armar una amplia plataforma que, gracias a la impermeabilidad natural de los juncos, las islas pueden flotar; pero esto evidentemente no es perpetuo, ya que los “khillis” más antiguos, que van en la base de la plataforma, van deteriorándose por el contacto con el agua así que se debe ir añadiendo más capas de “khillis” siendo esto un trabajo constante para los pobladores de las islas.
El conjunto de Islas Flotantes es llamado islas de los Uros, sin embargo, está conformado por distintos islotes, que hoy en día muchas de estas islas reciben miles de turistas que día a día van para experimentar el turismo vivencial.