El Señor de Huanca, cuyo santuario se encuentra ubicado a 48 km de la ciudad del Cusco en la Provincia de Calca, a 3100 msnm, es muestra del sincretismo cultural y religioso que se ha dado a lo largo del tiempo en el pensamiento y forma de vida del poblador andino, envuelto en muchas historias.
Sin duda, el Señor de Huanca es uno de los mayores exponentes religiosos de la ciudad del Cusco, conocido como el milagroso sanador y consolador de los pobres, el Señor de Huanca recibe miles de visitantes al año.
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Respecto al origen de esta sagrada imagen existen 2 leyendas muy resaltantes:
Cuenta la leyenda que en el año 1675 en las minas de Yasos, Diego Quispe era un esclavo explotado en las minas de Yasos. El cansado de los constantes abusos y maltratos Diego decide escapar a Chinchero, al amanecer busca refugio en unas cuevas en la cual empezó a orar durante todo el día pidiendo protección y que no fuera hallado.
Al caer la noche Diego quiso continuar su huida, pero vio que la noche era completamente oscura sin poder ver nada, cuando de pronto desde el interior de la cueva surgió una potente luz que lo dejó deslumbrado, escucho la voz de un hombre que le decía:
‘‘Diego has sido elegido para ser mensajero de mi bondad y misericordia, este lugar será ahora fuente de perdón’’, ante Diego estaba la visión de un Cristo sangrante por los azotes recibidos.
Al amanecer Diego partió para buscar al cura de Chincheros retornando con un pequeño grupo de personas a la cueva, y al entrar todos contemplaron la presencia del Cristo flagelado. Llamaron al mejor pintor para que grabara aquella aparición, siendo así como hoy en día queda la imagen del cristo.
Siguiendo la historia años después se dice que el acaudalado Pedro Valero, que era minero, sufría de una enfermedad tan grave que ningún médico pudo hallar la cura.
De pronto llega a la ciudad un aclamado sanador que decían era milagroso, presto fue mandado a llamar dándole a don Pedro Valero el tratamiento a su enfermedad con sesiones de agua, curando todos sus males milagrosamente. Al encontrarse ya completamente recuperado quiso otorgarle sus riquezas a aquel sanador, pero este se negaba, respondiendo, “Si deseas agradecerme, visita mi casa, en Cusco en Huanca”.
Pedro Valero así lo hizo, realizó un largo viaje sin que nadie pudiera darle información sobre aquel misterioso sanador o el pueblo Huanca.
Días después vio que llegaban unos campesinos con buena leña, y preguntando de dónde venían, respondieron ellos 'de Huanca’. Pedro pidió entonces que de inmediato lo llevaran allí, y así lo hicieron advirtiéndole que en aquel lugar no vivía nadie, y en efecto el lugar lucía desolado. Pedro, sin embargo, halló la cueva donde pudo ver en roca la pintura de su sanador, era un Cristo flagelado de cuyas heridas aún brotaba la sangre, rindiéndole culto y oraciones.
El día de la Celebración principal del Señor de Huanca es el 14 de septiembre, día en el que miles de devotos asisten a la capilla del Cristo, la peregrinación muchas veces las personas más devotas la realizan a pie desde largas distancias a manera de agradecimiento por los favores concedidos, o para pedir que se les conceda algún milagro.
La peregrinación muchas veces las personas más devotas la realizan a pie desde largas distancias a manera de agradecimiento por los favores concedidos, o para pedir que se les conceda algún milagro.
También es importante resaltar que al pie de la capilla se realiza la venta de alasitas y suertes, en donde se pueden comprar títulos de propiedad, autos, títulos universitarios, y demás.
Esto en representación de todo aquello que uno desea obtener con la bendición del Señor de Huanca
